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Sed de cambio

Para algunas personas puede resultar sorprendente que después de décadas de avance y consolidación de un sistema político de clara vocación autoritaria, siga persistiendo en la población venezolana una convicción por la resistencia y la lucha por el cambio político en el país. Cuando nos tomamos el tiempo de hacer un balance de la historia reciente de Venezuela consideramos que, a pesar de los errores cometidos por la dirigencia política, en el venezolano persiste la certeza de que es posible buscar nuevos caminos para concretar la esperanza por el retorno de la democracia que quieren la mayoría de los venezolanos.

Somos un país con esperanza entendida como una fe activa que nos impulsa al trabajo con los demás, al apoyo de los liderazgos naturales que nacen en nuestras comunidades de abajo hacia arriba, somos una nación que ha aprendido a ser resiliente frente a la crisis humanitaria a través de la acción solidaria de nuestros vecinos y el emprendimiento de muchas familias, somos un pueblo que ha decidido ocupar la calle arrebatando los espacios a la violencia, somos unos ciudadanos que hemos aprendido, con mucho dolor, que la mejor forma de hacer frente y resistir a las agresiones del régimen es a través del trabajo coordinado y organizado con la sociedad civil, en definitiva: somos un pueblo que ha decidido recuperar su democracia.

Por todas estas razones no nos debe sorprender que la esperanza avance con determinación en cada oportunidad que se nos presente para participar. Es por eso que, a pesar de la violencia del Estado, los gremios y sindicatos siguen movilizados en el país para recuperar los derechos que les han sido arrebatados y exigiendo la renovación de las autoridades sindicales. Esta es la razón que hay detrás de la masiva participación en la elección de las autoridades de la Universidad Central de Venezuela, un hito en el compromiso democrático que se está extendiendo a otras universidades públicas. Este es el motivo que puede explicar el interés que ha despertado la celebración de unas primarias en la oposición venezolana, una iniciativa que ha llevado a la calle, a pesar de las amenazas, el debate político sobre la Venezuela del cambio que todos queremos.

No somos ingenuos y sabemos que el régimen seguirá desplegando todos sus recursos para tapiar los caminos democráticos con los que nos estamos abriendo paso al futuro, pero nuestras convicciones son aún más fuertes y atesoramos un aprendizaje valioso para abrirnos paso hacia el futuro.

Apoyar estas luchas por el cambio político y la vuelta de la democracia en nuestro país ha sido y seguirá siendo nuestro compromiso.